Parapente Vejer

Parapente Vejer es un proyecto que participó en la edición 2020 de FIDES Emprende. Os hacemos llegar esta carta abierta que nos envían sus promotores, Guillermo y Alberto, para compartir en nuestro blog:

Más allá de la Comic Sans 

Comencé a trabajar muy joven, de hecho a los 18 ya tenía un oficio aprendido. Era una época donde la gente no presentaba curriculums al buscar empleo, nadie tenía una impresora en en su casa y aún quedaban lejos del hogar-medio los primeros ordenadores personales. 
Más tarde todo eso se extendió y a mis manos, por entonces las manos de un gerente en prácticas en un pequeño negocio familiar, comenzaban a llegar los primeros CVs.

No había mucha práctica en montar curriculums aún y los formatos de ese documento eran tan variados como abigarrados. Eso unido a las escasas fuentes que por entonces manejaban los procesadores de texto, hacía que al acercarse el verano se acumularan en mi bandeja los currículums, gran parte de ellos formateados con Comic Sans.

Visualmente era algo distinto y lograba instantáneamente que yo pusiese el documento el último lugar de la pila. Entonces no tenía muy claro por qué, pero aquello me chirriaba y probablemente perdí la oportunidad de contratar a buenos profesionales, en este caso, nada o mal asesorados sobre la falta de seriedad de un documento escrito con Comic Sans. Jamás supieron cuál fue el motivo por el que no les llamé. 

Muchos años después, cuando Alberto y yo decidimos convertir en un negocio nuestra pasión por volar, ambos veníamos ya de haber trabajado en la gestión de varias empresas, en proyectos comerciales o de alguna manera de cara al cliente. No sabíamos aún cual sería el mejor modo de enfocarlo y había una ingente cantidad de cuestiones que no teníamos claras. Llevar nuestra pasión, nuestro hobby al terreno profesional, si no se ejecuta correctamente, puede tener consecuencias nefastas y tienes muchas posibilidades de acabar perdiendo el negocio y la pasión. 

Sin embargo, sí teníamos muy claras las cosas que no queríamos que ocurrieran:

  1. Perder el tiempo haciendo pruebas sin sentido para luego comprobar que efectivamente no tenían sentido. 
  2. Quemarnos en la consecución de un proyecto mal enfocado (ya nos había pasado anteriormente en algunos proyectos personales que tuvimos por separado antes de conocernos). 
  3. No rentabilizar el balance de esfuerzo/tiempo invertido/resultados.  

Ya habíamos decidido que el régimen que mejor se adecuaba a nuestra filosofía de vida y trabajo era el de la economía social y lucíamos una recién inscrita cooperativa de trabajo. 
Entonces oímos hablar del Fides Emprende e inmediatamente pensamos que era justo lo que necesitábamos. Queríamos tener las herramientas que nos hiciesen ver las cosas con perspectiva, incorporar a nuestra manera de pensar, como hábito, los distintos análisis que tanto el mercado como los clientes nos pueden aportar, establecer prioridades y hacerlo todo desde un punto de vista analítico y organizado. Nada de pruebas inútiles. Necesitábamos una buena brújula, adecuada a nuestros objetivos principales. 

El «Emprende» nos dio todo eso y mucho más. Nos hizo ver cuestiones erróneas que habíamos dado por válidas toda la vida, derribando pilares que considerábamos intocables y que nos habrían llevado irremediablemente al fracaso. También nos hizo entender otras muchas cosas que habíamos hecho bien instintivamente sin saber por qué funcionaban. Nos hizo hablar y debatir mil y una historias a la vez que, sin darnos cuenta, generábamos la costumbre de poner sobre la mesa cualquier idea (por absurda que fuese) y ver qué podíamos aprovechar de ella y qué no.  

Nos enseñó a ser más resilientes y a mirar las dificultades como oportunidades de adaptación y cambio, en vez de verlas como piedras en el camino.

Fides Emprende nos ha dado en definitiva dos cosas fundamentales, una visión de nuestro propio negocio libre de objetivos incoherentes y un nuevo modo de pensar al respecto.  
Aprendimos a minimizar daños, a pasar de valorar el fracaso como un punto y final, o como algo negativo a tener las herramientas necesarias para revertirlo, de hecho, a día de hoy lo vemos más como una herramienta que como una amenaza. 

No os engañamos, fácil no ha sido. Lo emocional pesa mucho cuando estás acostumbrado a desarrollar una actividad en modo pasional (o como cuando estás convencido que tu currículo queda mucho más bonito en Comic Sans y alguien te explica por qué eso no va a funcionar). Sin embargo, no podemos decir otra cosa, ha merecido sobradamente la pena y estamos profundamente agradecidos por esta experiencia vital. 

Si quieres saber más www.parapentevejer.com.

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