“Frente al espejo”
Somos Loli, Encarna y Beatriz, socias fundadoras de Triángulo Textil, un taller de confección sevillano que surge como respuesta a la creciente demanda de confección textil por parte del sector de la moda local.
Las tres mantenemos una estrecha relación con el mundo de la confección. Loli, es modista con más de 30 años de experiencia, Encarna, su hija, criada entre hilos, máquinas de coser, retales de tejidos… y con grandes inquietudes emprendedoras y Beatriz, artesana tejedora, docente y diseñadora de una pequeña marca de moda sostenible. El amor que sentimos por el oficio de confección textil nos unió y nos animó a crear Triángulo.
Confeccionamos prendas de vestir para marcas locales, adaptándonos a producciones pequeñas y periódicas. Nos sentimos aliadas de las diseñadoras. Nuestro afán es convertir en realidad los patrones que las clientes traen: del patrón hacemos el prototipo sobre el que realizar -siempre frente al espejo- correcciones y/o modificaciones que volverán de nuevo al patrón. Después escalado y modelo listo para su producción.
Cuando una marca de moda llega a nuestro taller con sus fichas de diseño, sus tejidos y con las ideas muy claras sobre los resultados que espera obtener, nos toca identificar posibles problemas técnicos y buscarle soluciones que ayuden a mantener el diseño original. A veces las limitaciones técnicas afectan al diseño y los resultados finales no son los esperados: toca revisar la idea original.
Renunciar a la idea original no es fácil, lo sabemos por experiencia y FIDES ha sido un punto de inflexión en nuestro proceso de aprendizaje.
Si tuviéramos que resumir lo que FIDES ha supuesto para nuestro proyecto, diríamos que, básicamente, nos ha permitido identificar y definir nuestra propuesta de valor.
FIDES ha sido el espejo de Triángulo: el programa nos ha permitido ver un fiel -a veces cruel- reflejo de nuestra idea original. Un reflejo que hemos podido analizar para corregir y mejorar nuestra propuesta.
Llegamos convencidas de que contábamos con todo lo necesario para sacarlo adelante. La intuición y convicción alimentaban nuestra motivación.
Sin embargo, el momento en el que te das cuenta de que los planes iniciales no resultan tan atractivos como esperabas es -casi siempre- antesala del pánico: los pensamientos de abandono atacan sin piedad.
Y… tras varias sesiones de trabajo…
Ahí estábamos nosotras, en ese maravilloso -todo hay decirlo- Claustro del Convento de la Merced, intentando salir del laberinto de emociones enfrentadas. No estábamos solas, el equipo docente de la Escuela, con Nasser en primer término, nos daba apoyo tranquilizándonos y también mostrándonos nuevas ventanas a las que asomarnos, para trazar nuevas rutas, igualmente atractivas, pero mucho más accesibles.
7’30 P.M. Fin de la jornada!
Tras intensos días de trabajo y altibajos emocionales: paseo por Osuna, aperitivo antes de la cena y rato de alterne con los compañeros.
En nuestra memoria quedan momentos convivencia en un entorno rural y cercano, cargado de historia e historias compartidas con compañeros de programa con los que hemos reído, desahogado y crecido.
Positivos también los viajes a Osuna, un tiempo para compartir puntos de vista, para repasar tareas, un tiempo que ha servido para que coser diferencias y nos ha ayudado a identificar valores individuales y compartidos. Tiempo destinado a forjar y cohesionar el equipo.
Además de nuestros gratos recuerdos, hoy nos sentimos más seguras y capaces de afrontar retos pues sabemos modificar ruta y adelantarnos a las dificultades.
De nuestro paso por FIDES: ¡¡todo bueno!!
Esta entrada ha sido realizada en el marco del proyecto Desarrollo de recursos didácticos basados en experiencias y situaciones reales de emprendimientos y empresas de Economía Social financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.